Cómo apoyar a un ser querido con ansiedad o depresión — guía práctica desde la psicología
Cómo apoyar a un ser querido con ansiedad o depresión — guía práctica desde la psicología
Acompañar a alguien que sufre ansiedad o depresión puede generar dudas, miedo a equivocarse y agotamiento. Sin embargo, tu apoyo puede marcar una gran diferencia: reduce la soledad, facilita el acceso a tratamiento y aporta estabilidad emocional. Esta guía extensa y práctica te dará herramientas claras —qué hacer, qué decir, qué evitar— y planes concretos para actuar con respeto, seguridad y eficacia.
Antes de empezar: comprender qué están viviendo
Ansiedad y depresión se manifiestan de formas diferentes, pero ambas afectan pensamiento, emociones y conducta:
- 
La ansiedad suele implicar preocupación excesiva, hipervigilancia, síntomas físicos (palpitaciones, temblor, tensión) y evitación de situaciones. 
- 
La depresión suele implicar tristeza persistente, pérdida de interés (anhedonia), fatiga, baja autoestima, y retirada social. 
Importante: muchas personas presentan síntomas de ambos cuadros a la vez. Lo que ves (irritabilidad, llanto, retraimiento) suele ser la punta del iceberg; debajo hay procesos cognitivos y fisiológicos reales.
Cómo acercarte: actitudes que ayudan siempre
- 
Prioriza la escucha activa - 
Mantén contacto visual suave, usa frases cortas: “Te escucho”, “Dime más”. 
- 
No interrumpas para “arreglar” de inmediato; muchas veces lo que necesitan es ser oídos. 
 
- 
- 
Valida, no minimices - 
Frases útiles: “Tiene sentido que te sientas así”, “Debe ser muy duro”. 
- 
Evita: “Anímate”, “No es para tanto”, “Podría ser peor”. 
 
- 
- 
Sé concreto y disponible - 
Ofrece ayuda específica: “¿Quieres que vaya contigo al turno del médico el martes?” en lugar de “Si necesitas algo me dices”. 
- 
Pequeños gestos (llevar comida, acompañar a una cita) son trascendentes. 
 
- 
- 
No intentes “arreglar” con consejos inmediatos - 
Consejo vs. acompañamiento: primero escucha; luego pregunta si quiere opiniones. 
- 
Pregunta: “¿Quieres que comparta alguna idea o prefieres que te escuche?” 
 
- 
- 
Respeta el ritmo y la autonomía - 
No empujes a explicarlo todo; algunas personas necesitan tiempo. 
- 
Ofrece opciones y respeta rechazos salvo que exista riesgo. 
 
- 
Señales de que necesita ayuda profesional urgente
Busca ayuda inmediata (servicios de emergencia, profesional de salud mental) si notas:
- 
Ideas persistentes sobre hacerse daño o suicidio, o expresiones de querer morir. 
- 
Conductas de autolesión recientes o planificadas. 
- 
Desconexión extrema: incapacidad para comer, dormir o cuidarse por días. 
- 
Pérdida de contacto con la realidad (alucinaciones, delirios) o comportamiento peligrosamente impulsivo. 
- 
Consumo de sustancias para “anestesiar” el malestar que aumenta el riesgo. 
Si hay riesgo, qué decir: “Me preocupa mucho tu seguridad ahora. Voy a quedarme contigo y pedir ayuda profesional / llevarte a urgencias.”
Qué hacer paso a paso cuando te lo cuentan (guía práctica)
Paso 1 — Mantén la calma y escucha
- 
Reúne información: ¿desde cuándo?, ¿qué lo empeora?, ¿ha habido ideas de autolesión?, ¿toma medicación o terapia? 
- 
No juzgues ni minimices; deja que la persona cuente a su ritmo. 
Paso 2 — Asegura apoyo inmediato y práctico
- 
Ofrece acompañamiento a una consulta o a hacer la llamada para pedir cita. 
- 
Si vive solo, pregunta si acepta que pases unos días o que alguien de confianza esté en contacto. 
Paso 3 — Facilita acceso a tratamiento
- 
Sugiere acompañarla a pedir turno o buscar servicios (psicólogo, médico, línea de ayuda). 
- 
Acompañar a una primera sesión reduce la probabilidad de abandono. 
Paso 4 — Plan de seguridad (si hay riesgo)
- 
Si hay ideación suicida: pregúntalo directamente con calma (“¿Has pensado en hacerte daño?”). 
- 
Si la respuesta es sí y hay concreción: no lo dejes solo, llama a emergencias o acompáñalo a un servicio de urgencias. 
Paso 5 — Seguimiento regular
- 
Llámale o escríbele con constancia (no invasiva): “¿Cómo te fue hoy? Estoy por X, te llamo esta noche si te parece bien.” 
- 
Mantén límites claros para tu propio bienestar. 
Qué decir — y qué no decir (frases prácticas)
Frases que ayudan
- 
“Gracias por confiarme esto.” 
- 
“No tienes que solucionarlo ahora; estoy aquí contigo.” 
- 
“¿Qué necesitas ahora mismo?” 
- 
“¿Quieres que te acompañe a una cita?” 
- 
“Siento que estés pasando por esto; te acompaño paso a paso.” 
Frases que evitares (son dañinas)
- 
“Ponte las pilas.” 
- 
“No seas débil.” 
- 
“Otras personas tienen peores problemas.” 
- 
“¿Por qué no lo superas?” 
- 
“Todo está en tu cabeza.” (minimiza y estigmatiza) 
Apoyos prácticos que puedes ofrecer hoy
- 
Acompañar a citas médicas o terapéuticas. 
- 
Ayuda con tareas cotidianas: compras, cocinar, cuidado de niños. 
- 
Recordatorios amables para medicación o citas (si la persona lo autoriza). 
- 
Crear un espacio seguro: reducir estímulos cuando está agitado/a. 
- 
Organizar la red de apoyo: contactar a familiares o amigos cercanos con permiso de la persona. 
Cómo animar a buscar tratamiento sin presionar
- 
Normaliza la ayuda profesional: “Ir al psicólogo es tan válido como ir al médico cuando el cuerpo duele.” 
- 
Ofrece alternativas prácticas: “Puedo buscar opciones de psicólogos por zona y precio y te las paso.” 
- 
Acompañamiento inicial: “Si quieres, te acompaño a la primera sesión y luego decides.” 
- 
Explica beneficios reales: mejor manejo de síntomas, herramientas prácticas, mejora en relaciones. 
Autocuidado del acompañante: no puedes ayudar desde el agotamiento
Cuidar a otro implica riesgo de desgaste (compasión fatigue). Tu apoyo es más efectivo si te cuidas.
- 
Establece límites: define lo que puedes y no puedes hacer. 
- 
Busca apoyo para ti: hablar con un amigo, terapeuta o grupo de apoyo. 
- 
Mantén rutinas (sueño, alimentación, movimiento). 
- 
Toma descansos: delega cuando necesites recargar. 
- 
Evalúa tu seguridad emocional: si la situación te supera, pide ayuda profesional. 
Manejo de situaciones concretas
Si tiene un ataque de pánico
- 
Mantén la calma, acompaña con voz suave. 
- 
Invítale a respirar lento (4–6) y haz grounding (5–4–3–2–1) si lo acepta. 
- 
Evita decir “cálmate” o “respira” en tono exigente; mejor guiarlo: “respiremos juntos, conmigo”. 
Si está muy retraído/a (depresión severa)
- 
Pequeñas metas: salir 10 minutos, ducharse, comer algo. Acompaña si hace falta. 
- 
Evita sermones sobre “activar la voluntad”; mejor ofrecer ayuda práctica. 
Si rechaza ayuda
- 
Respeta, pero deja la puerta abierta: “Entiendo; cuando quieras, te acompaño.” 
- 
Ofrece recursos discretos (tarjeta con número de atención, mensaje con enlaces). 
Señales que indican que la intervención familiar o profesional puede ser necesaria
- 
Empeoramiento sostenido en semanas (trabajo, sueño, alimentación). 
- 
Aislamiento persistente y pérdida de funcionamiento. 
- 
Cambios de personalidad marcados (irritabilidad extrema, conductas impulsivas). 
- 
Consumo creciente de alcohol o drogas. 
- 
Pensamientos o planes de autolesión. 
Recursos y herramientas que puedes preparar (lista práctica)
- 
Directorio local de profesionales: psicólogos, psiquiatras, centros de salud mental. 
- 
Lista de contactos de apoyo: amigos, familiares y profesionales (con permiso de la persona). 
- 
Kit de autocuidado: comida preparada, agua, objetos calmantes, lista de reproducciones calmantes. 
- 
Información veraz sobre tratamiento: explicar en palabras sencillas qué hace la terapia y la medicación. 
Frases modelo para conversaciones difíciles
- 
“Me preocupa tu bienestar. ¿Qué te parece si buscamos juntos una cita con un especialista?” 
- 
“No estoy aquí para juzgarte. Quiero acompañarte y ayudarte a encontrar recursos.” 
- 
Si hay ideación suicida: “Gracias por decírmelo. Me preocupa tu seguridad. Voy a quedarme contigo y buscar ayuda ahora mismo.” 
Plan de apoyo: 72 horas / 30 días / 3 meses
Primeras 72 horas
- 
Escucha sin juicio; asegúrate de que duerma y coma; evalúa riesgo inmediato; si hay riesgo, acude a urgencias. 
- 
Si acepta ayuda, agenda una cita con un profesional esta semana. 
Primeros 30 días
- 
Acompañamiento regular (llamadas cortas, visitas). 
- 
Si inicia tratamiento, acompaña en logística (turnos, transporte). 
- 
Fomenta pequeñas rutinas: paseos, comidas compartidas, dormir a horas fijas. 
3 meses
- 
Revisa progreso junto a la persona y, si se mantiene empeoramiento, sugiere volver a evaluar el plan terapéutico. 
- 
Ayuda a mantener la adherencia al tratamiento (terapia regular, medicación si la hay). 
Qué evitar: errores comunes de apoyo
- 
Minimizar el sufrimiento: “No es para tanto”. 
- 
Romper límites con soluciones dramáticas: intentar “arreglar” con promesas vagas o decisiones sin consenso. 
- 
Hacer todo por la persona: genera dependencia y refuerza la idea de incapacidad. 
- 
Tomar culpas ajenas: sentir que eres el responsable de “arreglar” su estado. 
Si necesitas orientación especializada para acompañar (qué pedir a un profesional)
Cuando busques apoyo profesional para aprender a acompañar, puedes pedir:
- 
Técnicas de comunicación y escucha para la familia. 
- 
Plan de seguridad y manejo de crisis. 
- 
Sesiones de psicoeducación sobre ansiedad y depresión. 
- 
Estrategias para promover adherencia al tratamiento. 
Recursos en caso de emergencia
Si la persona muestra riesgo de hacerse daño o de estar en peligro, no dudes en buscar ayuda inmediata: contacta servicios de emergencia locales o acude a urgencias. Si tu país tiene líneas de ayuda/sos, utilízalas. Si no sabes cómo proceder, pide apoyo a un profesional de salud o servicio de urgencias.
Estar cerca de alguien con ansiedad o depresión es un acto valiente y humano. Tu presencia, escucha y ayuda práctica son poderosas. Al mismo tiempo, reconoce tus límites y busca apoyo cuando lo necesites: ayudar bien implica cuidarte.
Si quieres orientación para acompañar a esa persona con un plan concreto
En Psicología Contigo — Centro de Bienestar Integral podemos ofrecerte asesoramiento familiar, psicoeducación y apoyo para diseñar un plan de acompañamiento seguro y efectivo. Atendemos tanto de manera presencial como por videollamada; si deseas coordinar una consulta o recibir orientación inmediata, escríbenos a psicologiacontigo1@gmail.com o envíanos un WhatsApp al +51 928 043 226. Estamos disponibles para acompañarte y orientarte con respeto y confidencialidad.
Comentarios
Publicar un comentario